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El papel de mi vida

2018 - T&B editores

310 p. : ill.

Se han escrito muchos libros sobre la historia del cine español pero pocas veces se ha contado a través de sus protagonistas, los actores. Miedos, dudas, pasión, dificultades, sueños cumplidos y, sobre todo, transformación y crecimiento en la trayectoria profesional y personal de cuarenta y siete actores y actrices de todas las generaciones del cine español. Porque sabías que Veronica Echegui acudió al casting de Yo soy la Juani, sin decirle a Bigas Luna que era actriz porque el director buscaba gente de la calle. Así pasó varias pruebas y sólo en la tercera confesó la verdad. "Él cambio mi vida, no solo en el aspecto profesional si no a la hora de entender el mundo, de conectar conmigo misma". Fue la abogada Cristina Almeida quien le pidió al productor Luis Sanz, que estaba preparando Las cosas del querer, un papelito para una amiga actriz. Esa amiga era María Barranco que aún no había estrenado Mujeres al borde de un ataque de nervios.

"La película de Almodóvar cambió mi vida de la noche a la mañana y la gente me descubrió de golpe, pero con Las cosas del querer supieron que, además, yo cantaba y bailaba". Un viaje a la India hizo que Jose Coronado se convirtiera por primera vez en su personaje de No habrá paz para los malvados. "De pronto me veo en una calle a solas con tres o cuatro indios que me están mirando con cara de pocos amigos y me dije: tío, saca a Santos Trinidad, sácalo. Y lo saqué". El aspecto enfermizo de Javier Gutiérrez en algunas secuencias de La isla mínima se debió a los cuarenta grados de fiebre con los que las rodó. "Pasé un día entero metido en el agua. Fueron un día o dos largos, porque hay mucha lluvia en la película, en uno estuve metido en un río hasta el pecho". Nunca había trabajado en verso y tenía un miedo atroz a no saber estar a la altura del reto, pero Emma Suárez bordó su papel en El perro del hortelano.

"Al cabo de cuatro semanas y media de rodaje nos avisan un día de que no hay dinero y que no podemos seguir rodando. Nos reunimos todos con Pilar Miró en el hotel y nos quedamos allí como rehenes, no podíamos rodar porque habían secuestrado el vestuario". Fue todo un acontecimiento en taquilla pero nadie quiso pagar el pre estreno de Ocho apellidos vascos y fue directa a las salas de cine. En el rodaje, Clara Lago vivió momentos de crisis, "de pronto estaba en una comedia pura y dura, que es un género en el que yo estoy muy verde y en ese momento más aún, y estaba compartiendo escena continuamente con tres de los grandes actores cómicos de este país". [Texto de la editorial].

Short biographies of 47 Spanish actors.