La historia del cine australiano.
410 p.
"La historia del cine australiano" es una historia de creación y destrucción, de fulgurantes principios y lentos descensos hacia el olvido. A principios del Siglo XX el país descubrió y abrazó el medio hasta el punto de convertirse en el mayor productor de metros de celuloide, pero diversas circunstancias, internas y externas, terminaron por casi apagar una llama que llegó agonizante a la década de los 60. Apenas una década más tarde la cinematografía nacional emergía de nuevo al compás del renacimiento de la identidad nacional. El gobierno potenciaba las películas como un vehículo para vertebrar, desde la ficción, la idea de un país completo, narrado en primera persona. Primero fueron las comedias groseras como Stork o Las aventuras de Barry McKenzie, pero pronto la sofisticación de Picnic en Hanging Rock se convirtió en la imagen ideal que una nación quería proyectar sobre el escenario internacional.
El Revival, abanderado por personalidades como Peter Weir o Bruce Beresford, suponía el redescubrimiento de un cine largamente olvidado, que una vez más impelido mutará a un nuevo formato, abiertamente popular y de orientación comercial, a consecuencia del éxito planetario de Mad Max, salvajes de autopista. El cine australiano aparece y desaparece desde entonces, escondido bajo estilos internacionalistas o agarrado a su mitología más reconocible, caso de Cocodrilo Dundee, con el grueso de su filmografía sumergida, asomando cada tanto en distintas formas, que incluyen comedias kitsch como La boda de Muriel o Las aventuras de Priscila, reina del desierto en mitad de los 90 o unos 2000 abiertos al horror y la violencia, que encarnan Chopper, Wolf Creek o Animal Kingdom.
"La historia del cine australiano" una historia del cine australiano, intenta buscar los orígenes del cine australiano, desenterrando nombres pioneros como Raymond Longford o Charles Chauvel, supervivientes en los márgenes como Giorgio Mangiamele o figuras clave en la profundización de una señas de identidad que tiene que ver con el aislamiento y el paisaje como Nicolas Roeg y su Walkabout o Ted Kotcheff y su Wake in Fright hasta llegar a un presente vivo y en nuevo cambio. Más de cien años de historia, de imágenes y de cineastas formidables y secretos que cartografían una ficción heterodoxa, singular y excéntrica, pero también frágil y apartada. [Texto de la editorial].
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Información
ISBN: 9788415405825
